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ADOLESCENTES
ENTRE EL VOTO Y LA ¿INTOLERANCIA?
Son dos temas que en apariencia podrían no relacionarse, pero que tienen como denominador común a los adolescentes por un lado -el del proyecto de voto optativo a los 16 años- y el de uno -un adolescente, uno-, que dejó en forma anónima aunque luego se supo quien fue, un mensaje en el libro puesto al efecto en el museo dedicado a Eva Perón, señalando que la muestra le daba "asco" y que por ello, podría ser sancionado.
Comencemos por el segundo caso. Hasta el momento, ha trascendido que las autoridades evaluaban sancionar al menor con 10 amonestaciones, porque había escrito, la palabra "asco". Pero no se especificó qué era en sí lo que se sancionaría. Como todo, o casi, es político, se utilizan las palabras "respeto" y "censura", según el color del cristal conque se mire. Repito, sin conocer la palabra de las autoridades y el descargo del alumno, podemos evaluar varios motivos.
En primer lugar, no debemos olvidar algunos puntos en que no creo que nadie esté en desacuerdo. La palabra "asco", roza la intolerancia, es muy fuerte y no se condice con lo que podría ser una opinión medida -me gusta, no me gusta, estoy de acuerdo o en desacuerdo con la, en este caso, acción política de la figura en cuestión-, ni con el lugar al que se asiste. Si se visita el museo de Eva Perón, se sabe que van a elogiar su figura. Si se lo hace con -si los hubiere- el de Alfonsín, Roca, Ceferino Namuncurá, Rosas ó cualquier otro personaje histórico, se sabe que van a estar dedicados no sólo a mostrar, sino también a resaltar su figura. Quien asiste, lo hace en forma voluntaria, nadie ni siquiera en el ámbito escolar, está obligado a hacer algo -en este caso asistir a un lugar-, que su conciencia no apruebe. Entonces, no debería haber ido y si lo hace y no le agrada, en pleno uso de la libertad de expresión, podría haber escrito simplemente "no me gustó". Y listo, el tema terminaba allí.
Ahora, los alumnos que van a una excursión e incluso en la calle con sus uniformes, son la cara del colegio. Como tal, ninguna escuela quiere quedar mal ante nadie y más aún, con gente que no pertenece a la institución. A la escuela seguramente no le agradó que uno de sus alumnos, utilice la palabra "asco", porque enloda por un lado el cuidado que las autoridades deben o deberían tener en el lexico con que se expresan sus alumnos y por otro lado, los valores de tolerancia que también deben o deberían inculcar en los menores que dejan a su cargo.
Es más que posible que "asco" sea una expresión del uso común en el diálogo coloquial. Pero una cosa es cómo se habla -rápido, apurado, sin pensar las palabras justas para decir-, que cómo se escribe, ya que en esta forma, se tiene un tiempo para la reflexión. Y teniendo buena fe, eso tendría que haber hecho este chico, antes de escribir.
Pero puede ser que el alumno sea indisciplinado, que le guste perturbar, llamar la atención y la misma expresión la pudiera haber tenido en cualquier otro lado.
En este último caso, sancionarlo no sólo es lo más lógico, sino que es lo que corresponde. En los anteriores, es claro que no se debe censurar, sí adecuar el léxico a sus formas correspondientes. La institución a la que asiste el alumno quedó mal y si por eso lo sancionan. Es correcto.
Ahora, hay algo que se escapa y no es menor, es la del anonimato, que nos habla no de una convicción en las expresiones, sino más bien en una "piolada", una canchereada hacia los demás, como mínimo una travesura. Se puede decir que el anonimato también habla de miedo, temor a las represarias, puede ser, pero no se condice, ya que dificilmente en el momento de escribir el mensaje, estuviera sólo.
Hay algo que todos y en especial los adolescentes deben saber: la democracia asegura la libertad de expresión, pero sobre lo que bajo su manto uno dice, debe hacerse cargo.
Este hecho; ¿Afirma o niega la capacidad que tienen los chicos de 16 y 17 años para ejercer su voto?
Es neutro, en opinión de quien esta nota escribe. No se sabe por qué lo hizo, si fue por convicción, habla de pensamiento político, intolerante pero pensamiento al fin. Pero al elegir el anonimato, algo falta. Y es lógico, porque no se puede pedir todo.
Sin dudas, es un lindo debate, que lamentablemente se va a definir no por términos de capacidades, sino por conveniencias electorales. No nos olvidemos que muchos de los legisladores que van a tener que votar por SI o por NO, al igual que los integrantes de la clase política, en general por supuesto, comenzaron su militancia en la adolescencia. Es seguro que a ellos les hubiera encantado poder votar antes de los 18 años. Si ellos militaban y tenían capacidad para discernir en política, otros chicos a esa edad -militen o no- también la van a tener
A modo de cierre de esta nota, una reflexión: Tener 16 y 17 años, no garantiza emitir un voto responsable. Pero tener 18, 30, 55, 70, 124 ó cualquier otra edad, tampoco. Y la referencia no es por el candidato al que voten, sino por el análisis de los postulantes y la convicción conque sufragien.
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