DESAFORTUNADAS PALABRAS
DE MAURICIO MACRI:
La insana costumbre de ser
"Juez y parte al mismo tiempo..."
“No es lo mismo quedarse con la máquina de hacer billetes, que una supuesta escucha a mi cuñado, es muy distinto”… Así comparó Macri su situación procesal, con la del vicepresidente Amado Boudou; en realidad parece que Macri ya juzgó y sentenció ambos casos, ya que para el de Boudou afirma el ilícito cuando dijo “quedarse”, mientras que para el suyo dijo “presunto”.
Desde donde se lo mire fueron desafortunadas las palabras de Macri, si bien hay delitos más graves que otros, todos los delitos siguen siendo delitos. Y por supuesto, para todos la presunción de inocencia existe hasta que se demuestre lo contrario. Y eso sucede en un juicio realizado POR JUECES y no por políticos, medios de comunicación o incluso, la mismísima sociedad. Aunque el dicho popular sea -y se realiza- “la sociedad ya lo juzgó y lo condenó”, sabemos que esa condena es un atropello a las garantías de cualquier persona y un estigma que esa persona llevará durante toda su vida, aunque no fuera encontrado y en especial, NO FUERA CULPABLE. Hecha esta aclaración en mayúsculas y haciendo esta salvedad, porque tampoco somos ingenuos y sabemos que no todos quienes son encontrados culpables sean tan culpables, ni todos los inocentes sean tan inocentes. El dicho jurídico “la única verdad es la que se puede probar”, no fue inventado para esta nota.
En realidad Macri está procesado desde el 8 de junio de 2012 por el juez federal Norberto Oyarbide y puede ir a juicio oral y público, si el juez así lo decide. Amado Boudou está procesado desde el viernes pasado, casi a media noche. A Macri la legislatura porteña no le encontró causas suficientes para hacerle juicio político y pide que a Boudou se lo someta a uno como el que a él mismo no le hicieron. En realidad será la comisión de Juicio Político respectiva, la que decidirá si al Vicepresidente lo someterán o no al juicio de los legisladores. Pero es el Poder Judicial, quien tiene la potestad de someter al juicio que puede o no si los delitos lo ameritan, terminar con una persona en la cárcel.
Las personas públicas más aún, si son candidatos a presidentes, deberían cuidarse un poquito más al momento de emitir opiniones, más cuando se lo hace sobre alguien que está en una condición similar a la propia, es decir procesado contra procesado. En este caso sí se puede decir, con o sin ironías al respecto, “será la sociedad quien juzgue”, las palabras de quienes pretenden ser su líderes.