MUSEO DEL BICENTENARIO
Home
Contacto
FLORENCIA PEÑA
PERIODO NEFASTO
SI A UN GOBIERNO LE VA MAL A LA GENTE LE VA PEOR
8 DE MARZO DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER
SUBTES NO TODO MARCHA SOBRE RUEDAS
POKER DE ASES
¿A DONDE ESTAN LAS IDEAS?
UN TEMPORAL COMO NUNCA ANTES
HISTORICO: YPF VUELVE A SER ESTATAL
CUENTO: MENSAJE CLARO
YPF YA ES ESTATAL
DEBATE PARLAMENTARIO
Y DE NUEVO EL DOLAR
LA PASION POR EL FUTBOL NO ENTIENDE DE CATEGORIAS
EL MASTIL DE LA PAZ
CENTRO DE RADIOAFICIONADOS CIUDAD DE BUENOS AIRES
ADOLESCENTES
PROTESTAS
TEATRO RECOMENDADO
LAS NOTICIAS SE REEMPLAZAN UNAS A OTRAS
NUEVOS RADIOAFICIONADOS
IGNACIO COPANI
HUMOR
AUTOS A MANOCONTROL
UNA DECADA
ONCE
Periodismo de periodistas
Elecciones 2013
SEMANA CALIENTE
NUEVO CAMPEONATO DE AFA
FONDOS BUITRES
MAURICIO MACRI
LU5CBA
EL JUGLAR
SENADO
PREGUNTAS
PANORAMA POLITICO
REREELECCION
LEGISLADORES
COMUNEROS
NISMAN
EX CONVICTOS
LEUCO
PERIODISTAS
ELECCIONES
PASO NACIONALES
GRAGEAS
GRAJEAS II
NUMEROS
SEGUNDA VUELTA
CUPECITAS
ESCANDALO
REGLAMENTO 2016
CALENDARIO 2016
CHAU 2015
40 DIAS
SABOR A POCO
PRUEBA TABLAS
CONGRESO
ARREGLO
INDEC
DISIMULO
COPANI
JOSE LOPEZ
OLLA
CHAU
DESAPARECIDO
 

ESCANDALO

¡¡¡ESCANDALO…

ES UN ESCANDALO!!!!

                Es patético… es increíble.  Un Presidente electo acciones judicialmente para ponerle fin por anticipado –según la Constitución Nacional- a la saliente, sólo para que ésta no esté presente en los actos de jura y entrega de atributos como Presidenta saliente, tuvo una actitud chiquita. Mientras los operadores de uno y otra estaban tratando de acordar los términos y las formas, Macri recurrió a la Justicia –casualmente al fiscal que pidió al juez que entiende en la causa de las escuchas telefónicas, el desprocesamiento del mismo Macri- para que extienda una medida cautelar, por la cual Cristina Kirchner cese en sus funciones antes de lo que le corresponde. Lo usual, la Constitución –artículos 91 y 93-, dice que cesa el 10 de diciembre, pero pongamos para que no queden dudas, a las 23.59, con el último segundo,  que es casi un día más tarde que las 23.59 del 9 de diciembre, más 1 minuto, que es cuando quiere Macri que cese. Caso contrario, se produciría una situación de acefalía, por la cual debería asumir el Presidente Provisional del Senado, tercero en la sucesión –el segundo, el Vicepresidente, también habría concluido su mandato-, caso contario el cuarto, que es el Presidente de la Cámara de Diputados o el quinto, que es el Presidente de la Corte Suprema de Justicia. Pero el tercero y cuarto también podrían haber tenido sus mandatos expirados, ya que las autoridades se renuevan el mismo 10 de diciembre. No en este caso, porque las nuevas autoridades asumieron antes de lo que les correspondía. ¿Ya estaba todo pensado, para evitar la acefalía? De todas formas, durante el transcurso de este día, 9 de diciembre de 2015, la jueza Servini de Cubría debe decidir sobre la tristemente célebre cautelar macrista.

 

                La actitud de Macri, a entender de quien esta nota escribe, es ladina, vil, vengativa, traidora, egoísta. Ningún presidente democrático saliente o entrante, tuvo problemas en recibir DE o entregar A,  los atributos presidenciales. Y debemos incluir a Raul Alfonsín y al presidente de facto Bignone, uno recibió y el otro entregó, sin problemas y como corresponde. Si es como dijo Cristina Kirchner, de que además le gritó, es indigno de un caballero tener esas actitudes con una dama, más en los cargos que ambos ocupan. Un caballero acusado de este maltrato, debería de inmediato y en forma personal, hacer los descargos correspondientes. Lisa y llanamente, algo así como: “No tuve ni tengo intención de ofender, no creo haberlo hecho y si a pesar de ello, alguien se sintió ofendido por alguna actitud mía, pido disculpas”. Un caballero procede así… Veamos como lo hace Macri.

 

Macri dijo que representa a la nueva argentina, a la nueva forma de hacer política,  “cambiemos” fue su palabra más usada y la actitud que quiso demostrar en campaña y que en vista de los resultados –aunque mínimos, no se tiene que olvidar de esto-, le alcanzó para ganar. Pero su actitud no es propia de la nueva forma de hacer política, sino que es propia de la más denigrante vieja política. Lo mismo que prometer sin saber si se puede cumplir, como la abertura del cepo el 11 de diciembre, se entiende para la compra de dólares a precio oficial y que éste no sea similar al blue, o el no pago de ganancias PARA TODOS, en el segundo medio aguinaldo. Prat Gay, en el programa de Jorge Rial en radio La Red, Ciudad Gótica, dijo por Cambiemos, que  prometieron todo lo que creyeron que van a poder cumplir y cumplirán todo lo que prometieron. Sin dudas ESA es la nueva forma de hacer política, la que a todos nos gustaría que reine en la Argentina. Pero hay que cumplirla y con los primeros signos, no parece que sea cumplida en los plazos prometidos. No olvidemos que otro candidato  prometió lo mismo en plazos razonables y perdió votos ante la inmediatez prometida por Macri y por la mínima diferencia entre uno y otro en la segunda vuelta, esa promesa fue sin dudas decisiva.

 

La nueva política, se representa en las palabras de Prat Gay. En la vieja política, tras conseguir lo pretendido –los votos, en este caso-   a la hora de cumplir, comienzan los: “¡¡tengo todas y cada una de mis mejores intenciones puestas en el cumplimiento!! Pero…” “vamos a ver como…” “Debemos tener paciencia y esperar el momento justo para…” “Primero debemos confirmar que…” Los argentinos votamos –dicho en forma genérica, sin distinción de quienes efectivamente lo hicieron y los que no- a la nueva política y no a una sarta de escusas, que con el paso del tiempo, van corriendo riesgo cada día mayores de convertirse en proyectos incumplidos o simples mentiras de campaña. No es excusa el desconocimiento de las arcas del Estado, ya que Macri estaba muchísimo más cerca de pensar que Cristina Kirchner era Ali Baba y sus colaboradores, los 40 ladrones, que Teresa de Calcuta y sus Carmelitas Descalzas. Entonces lo lógico era pensar, que en el Tesoro iba a encontrar alguna revista vieja y envoltorios de caramelos, que dólares.

 

Como sea, comienza una etapa nueva con un Presidente que no es peronista ni radical, siendo segunda minoría en Diputados y sabiendo que en Senadores, la mayoría es Kirchnerista. Con los votos de aliados como el radicalismo, que en algún momento no van a soportar quedar fuera de las decisiones importantes - ya que no van a cogobernar tal como se lo dijo Macri a los radicales un día después de la Convención, no antes como debió haber sido- y que van a verse en la disyuntiva de desligarse si el Gobierno Macrista va mal o evitar ser “chupados” por el macrismo si el Gobierno va bien; y con otros inconfiables como Carrió, va a encarar cuatro años de administración, que van a ser duros. Como positivo, tiene a la Ciudad de Buenos Aires y a la provincia de Buenos Aires bajo su mando. No es poco, tanto para encarar obras, como para saber que no le van a causar problemas a su gestión, ni van a patalearse entre ellos. Dicho todo desde la Teoría, por supuesto.

 

La ciudadanía espera  que el nuevo Presidente cumpla con sus promesas de campaña, desde el primer día. Es mucho lo prometido contra otro rival –promesa contra promesa- y llegó el tiempo de que comience a cumplir. En las formas, prometió diálogo, tolerancia y ser diametralmente opuesto a la Presidenta Kirchner, acusada de todo lo que ya sabemos. Un pedido de cautelar cuando aún se estaba negociando, no parece ser el mejor comienzo. El destino de la Argentina está en las manos de Macri, es el deseo de todos los argentinos de buena voluntad –aún los que fueron ninguneados, maltratados, discriminados, acusados justa o injustamente, denigrados por la oposición que mañana asume- que al país le vaya bien y el nuevo Presidente, esté a la altura de las circunstancias.

 

La siguiente, es una crónica de la segunda vuelta electoral, que no pudo ser terminada en tiempo y forma. De todas formas, creemos importante que los lectores conozcan lo que se estaba escribiendo hasta ese momento, sin correcciones más allá de las gramaticales y hasta el punto en donde fue dejada, a la luz de los acontecimientos vividos en los últimos días.

                Parece una eternidad de tiempo, el transcurrido desde que Mauricio Macri fue electo presidente, en la segunda vuelta electoral. Recién pasaron 10 días… sólo 10 días, pero más que intensos. Los rumores no cesan, las redes sociales están explosivas. Hasta allí, nada nuevo. Las señales dadas por el Presidente entrante y sus equipos, en relación a lo prometido y lo que va a hacer…

 

                País complicado de entender, es la Argentina. Hasta comenzar a contar los votos de las elecciones en primera vuelta, no se presumía que la diferencia iba a ser tan escasa, en favor de Scioli sobre Macri. Al momento de comenzar a contar los votos de la segunda vuelta, tampoco se persumía que la diferencia iba a ser porcentualmente mínima, sino que esta vez sería Macri el cómodo ganador.  Es bueno recordar que esa diferencia mínima, fue puesta en dudas no sólo por los operadores de las redes sociales, sino por la misma Lilita Carrió, ya que decían que el porcentual estaba en 10 y que la deferencia fue “convenida”, para permitirle a Cristina una salida “elegante” de su gobierno. Un disparate total, en boca de  operadores y políticos poco creíbles. Tanto es así, que el escrutiño definitivo dio una diferencia aún menor. Y esa diferencia, no es anecdótica. Los responsables de la campaña de Macri, más algunos opinadores de su equipo, en especial con mala imagen, como Patricia Bullrich, disparaban a quienes querían escuchar, que en la segunda vuelta bastaba ganar por un voto. Es muy cierto, tan cierto como que la diferencia es un condicionamiento importante en la acción de un gobierno. Por ejemplo, si hubiera ganado por 10 puntos reales, es decir 50 a 40, el margen de operación, credibilidad, confianza y “cheque en blanco” de la ciudadanía, sería menor a si hubiera ganado 70-30 y mucho mayor, al que tiene ahora con sólo un 1,34 real de diferencia. No sólo porque no fue elegido por casi la mitad de la población, sino porque en su caso, hizo muchas promesas difíciles de creer y en algunos casos diametralmente opuestas, al de su rival electoral.  Y encima no fue una elección en donde los partidarios de ambos rivales hayan tomado el resultado tranquilos, sino que los cruces y amenazas –no se las puede justificar de un lado o del otro, o si se las puede justificar, nunca deberían pasar de amenazas-, se dieron desde el mismo domingo 22.

 

DE PROMESAS, PORCENTAJES, Y CARTA BLANCA…  

Todo tiene que ver con todo, decía el talentoso Pancho Ibañez y tenía razón. Hubo muchísimas promesas de campaña, de uno y otro lado. Pero algunas diametralmente opuestas y por eso –además de la división muy marcada entre macristas y no macristas- la importancia de que con una diferencia mínima en porcentajes, los famosos 100 días de carta blanca casi existan.

Primero, aclaremos los porcentajes y vamos a hacerlos redondeados a favor del vencedor. Macri ganó 51,4% a 48,6%, lo cual da una diferencia de 2,8%. Pero éste porcentaje de diferencia  es correcto en una elección común, en donde hay varios contrincantes. En un mano a mano, lo que suma uno se le resta al otro, por eso la diferencia de 2,8, se reduce a 1,4. Para quien así no lo entienda, podemos hacer un simple problema de primaria:

Enunciado: en una segunda vuelta electoral, uno contra uno, el candidato Macri obtuvo en el recuento provisional el 51,4% de los votos, mientras que el otro candidato, Scioli, el 48,6%. Pero en el escrutiño definitivo, se dieron cuenta de que hubo en el primer recuento un error y se le sumó al candidato Macri, un 1,5% que en realidad se le debió sumar al candidato Scioli.

PREGUNTAS:

1)      ¿Qué acción hay que seguir?

2)      ¿Cuál es el resultado final?

 

1)      Se le deben descontar al candidato Macri el 1,5% sumado por error y ese mismo porcentaje, se le debe agregar a Scioli

2)      El resultado da que Macri, (50,4% -1,5%) queda con 49,9%, mientras que Scioli (48,6% + 1,5%) queda con 50,1%, resultando ganador.

 

Ahora no creemos que queden dudas sobre el porcentaje real. En cuanto a las promesas, hubo como dijimos muchísimas y algunas diametralmente opuestas. Por ejemplo, Macri prometió abrir el cepo cambiario el 11 de diciembre, porque iban a sobrar dólares por venta de granos, inversiones, confianza, etc, etc; mientras que Scioli dijo que lo iba a hacer en forma progresiva. Muchísimos le creyeron a un Macri, que ahora dice –con los pies sobre la tierra-, que se va a abrir en forma progresiva, tal como lo había dicho el otro candidato. También aseguró e hiper aseguró, que nadie iba a perder los subsidios de la luz, el gas, las asignaciones y el transporte. El futuro encargado del área, dijo que de 12 millones, sólo iban a quedar 2 millones de subsidiados. Pretendieron o todavía quieren cambiarle el nombre al Centro Cultural Kirchner, lo cual por supuesto, cayó horrible en el kirchnerismo y mal en la opinión pública en general. Esta idea parece una reminiscencia de la época de la Revolución Libertadora, en la cual para hacer olvidar al pueblo del peronismo, prohibieron nombrar al ex Presidente, destruyeron sus obras y abandonaron las que estaban en marcha. Mejor sería que hagan sus propias obras y les pongan el nombre que más les guste. Estos signos, que no son buenos, apuntan a disminuir el crédito tanto de los que lo votaron como en especial de quienes no lo votaron, le otorgan al Presidente electo. Dimos tres ejemplo, hay más. 


Hoy habia 42 visitantes (60 clics a subpáginas) ¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis