CHAU 2016
UN AÑO LAMENTABLE
QUE NO SE DEBE OLVIDAR
Cuando un deportista individual o un equipo tiene una actuación mala, lamentable, lo que se suele decir es que la jornada es para el olvido y lo antes posible, para que puedan dar vuelta la página o si es posible borrarla de inmediato. Muy en contra de ello, no sólo no hay que olvidarla, sino analizarla y recordarla siempre, para no repetirla y en el caso de la idiosincrasia de los argentinos, volver a repetirla y volver a volver a repetirla… y así hasta el fin de los tiempos.
Pasó un año desde que asumió el entonces nuevo Gobierno, muchísimas expectativas, tanto por quienes lo eligieron –salió segundo en la primera vuelta-, los que volvieron a elegirlo y los que optaron por el en la segunda -que fue entre unos y otros un 1% más que su rival- y el resto de la población. Nótese se utilizaron los verbos elegir y optar, no como sinónimos, sino porque tienen significados distintos. Se elige entre lo que se considera mejor, se opta por lo menos malo.
Promesas extremas de campaña por el lado de Macri, moderadas por el de Scioli y un constante machacar desde las huestes de Durán Barba de que el candidato de “Cambiemos” estaba siendo sometido a una campaña “del terror” por parte de sus opositores, lograron lo que pocos creían –incluidos Macri y su alianza-, el triunfo por sobre Daniel Scioli. Las cartas ya estaban sobre la mesa, había que comenzar a jugarlas.
Todo es historia conocida, comenzando por hacer echar a Cristina Kirchner un día antes de lo que le correspondía, la insólita e increíble intención de colocar a dos jueces de la Corte Suprema de Justicia por Decreto de Necesidad y Urgencia –no era ni necesario ni urgente-; la salida del llamado corralito sin corridas y con sumo éxito para la creencia del Gobierno, que en realidad trajo un 60% de inflación. Además se realizó en medio de brutales aumentos de precio, en época de vacaciones, cuando la gente común no compra dólares, sino los vende y con la desaparición del mercado negro, ya que dejó de existir la jugarreta de comprar dólares oficiales y venderlos en el Blue, con un 30/40 % de ganancia. El terrible papelón, que fue un adelanto de la capacidad del ministerio de Seguridad para encargarse de sus obligaciones durante el año, fue la fuga de los delincuentes Lanatta, (con doble t), asesinos a sueldo sin demasiada logística, que tuvieron en vilo a la población por cerca de veinte días, al escaparse del penal en donde purgaban una condena. No sólo los atraparon por hechos fortuitos y no lo hicieron quienes los buscaban, sino que le hicieron decir al Presidente que los habían atrapado, cuando lejos estaban de ello. Desde el primer minuto dijeron que lo tenían cercado y que estaban negociando la entrega, cuando en realidad lo buscaban por distintos y distantes puntos del país.
La cadena de desaciertos es muy larga, los despedidos se suman por centenares de miles, los aumentos fueron indiscriminados, la inflación interanual ronda el 45%, cuando con el anterior gobierno no llegaba ni a la mitad según cifras de la oposición y por ésta, era calificada como imposible de sobrellevar. Se le descubrieron al Presidente y a sus familiares, hasta ahora 29 empresas en paraísos fiscales, sumadas a ellas 16 de amigos y funcionarios de su gobierno. A la Vicepresidenta le robaron un dinero que pertenecía a su fundación, que no puede justificar, por más que se esfuerce; las obras públicas son licitadas y ganadas por empresarios amigos del Gobierno, inclusive el mítico Lázaro Baez también estaba relacionado con Macri… Es tan larga la lista, que escapa a cualquier resumen, hasta se está –o se estaba- a punto de vender la flota presidencial, para reemplazarla por otros aviones compradas a una empresa ligada a la familia del Presidente.
Macri definió el pago de ganancias, como un robo al bolsillo de los trabajadores y con su promesa de eliminarlo en forma inmediata, se podría decir que ganó. A un año, pagan más trabajadores que antes. Los representantes de los trabajadores parecen trabajar para el Gobierno, amenazando con paros generales, que sólo quedan en movilizaciones. La oposición encabezada por Massa critica al gobierno pero termina votando lo que según parece, se le ordena. Los senadores justicialistas en su mayoría obedecen a sus gobernadores y éstos según parece, a la Banelco del Presidente. Tienen presa a Milagros Salas y desoyen a entidades como la ONU, la OEA, Anmisty Internacional, premios Nobel, personalidades políticas internacionales… que la definen como una presa política. Según la opinión de algunos periodistas del Grupo Clarín, todos los que opinaron a favor de Salas, fueron influidos por el poderoso looby kirchnerista. Este tipo de pensamiento ejemónico, exime de mayores comentarios. Y si de este tipo de medios hablamos, mostraron en la mayoría de las oportunidades, la realidad que para ellos vive el país, es decir Milagros Salas, López, Baez y fundamentalmente que todos le apunten a Cristina, con razón o sin razón, “todos apunten” a Cristina y familia, amigos y lo que sea. Lo demás, es superfluo.
Para cerrar el año, Macri de vacaciones –otra vez de vacaciones y van…- echó a su ministro de Economía, el polémico tanto por su actuación al frente del Ministerio clave, como por sus declaraciones peyorativas, degradantes y hasta discriminatorias para con los trabajadores. La lluvia de dólares prometida, el shock de confianza tantas veces anunciado, el dinero que se dejó de percibir por las quitas de retenciones a los grupos poderosos, fue reemplazado por un fuerte endeudamiento, muy fuerte, que vamos a tener que pagar todos los argentinos. Endeudamiento no para crecer, sino para pagarle a los fondos buitres y tratar de equilibrar las cuentas. Es pedir dinero para pagar deudas. Sus reemplazantes, ya que el ministerio fue desdoblado, prometen según los analistas traer más endeudamiento y mayores ajustes. Todo en pos del sinceramiento económico y de librarse de los efectos de la pesada herencia. Hay que reconocer que los miembros de la alianza gobernantes, serían excelentes empleados de cualquier call center, ya que tienen un guión preestablecido y no se apartan del mismo, sea lo que fuera que se les dice. Están lejos de reconocer errores o cosas mal hechas. Si echaron al ministro de Economía, no fue por mal desempeño, sino porque no se sentía cómodo trabajando en equipo. Igual que se dijo de los trabajadores estatales contratados, hace ya un año, que los echaron porque esos empleos no eran de calidad y se sentían frustrados. Estas palabras no son mías… Pero dicen cualquier cosa sin ponerse colorados, la realidad pasa por otros lados y nunca el Presidente ni sus muchachos y muchachas, tienen la culpa. ¿Es que no tienen tiempo de tenerlas, porque sus vacaciones se lo impiden? Echan al principal ministro y hay otros en la mira para los próximos días y no hay crisis, tal vez sea una sensación, como lo era la inseguridad en el Gobierno de Cristina. Hablando de inseguridad, se vive cada día peor en este tema, lo cual en cierta parte es lógico, a consecuencia del incremento en millones de nuevos pobres, caídas de los salarios y todo lo que ya sabemos… o casi todos lo que no leemos el diario de Irigoyen, sabemos.
Como resumen, podríamos decir que casi todos los índices que deberían haber subido, bajaron; los que deberían haber bajado, subieron. El Gobierno que se vendió a sí mismo como los adalides de la honestidad y de la ética, tienen denuncias por corrupción, por incumplimientos de los deberes de funcionarios públicos, decenas de cuentas en paraísos fiscales, han puesto a empresarios a cumplir funciones en las cuales se tienen que controlar a sí mismos o a sus pares de rubros… Y como broche, un blanqueo de dinero ahora indiscriminado, porque en principio no iba a alcanzar a familiares de funcionarios y traicionando a su aliados, pretenden autorizarlo por decreto, en plena violación de una ley y muchos etcéteras. Si no hay corrupción, por lo menos, hay una notoria falta de ética…
Queridos lectores, parece ridículo desear felicidades luego de entregarles esta nota. Pero somos unos optimistas bárbaros y siempre deseamos que el país mejore, lo hemos hecho durante tantos años, que no vamos a dejar de hacerlo ahora. ¡¡Lo mejor para cada uno de ustedes!!