Las PASO Nacionales:

En busca de los

“Números Mágicos”

 

                No hubo muchas sorpresas en las PASO a nivel nacional, aun leyendo los números desde los distintos puntos de vista que el juego de alianzas y no alianzas, nos permite hacer, en pos de lograr los números mágicos del 40% y 10% de diferencia, para definir en una primera vuelta. El 45%, que despeja cualquier otro panorama, se ve por ahora muy difícil. En las nacionales, tomando porcentajes por candidatos, Daniel Scioli en el momento de realizar esta nota, obtenía el 38,5% del total de los sufragios, seguido por Mauricio Macri con el 24% y Sergio Massa con el 13%. Por Alianzas, Macri con los radicales fieles a Sanz y los seguidores de Carrió, suban y bajan centésimas la barrera del 30%, mientras que Massa llegaba al 20,6%, gracias al aporte del cordobés De la Sota.

 

                Alianzas y no alianzas, ¿Qué nos dicen?. En principio, que cada candidato debe contar los porcentajes de votos propios, es decir Scioli el 38,5, Macri el 24 y Massa el 13. Después, vienen las alianzas y el respeto a las mismas. Massa va con otro peronista, De la Sota. En principio, no debería tener mucho problema. Pero es público la buena relación surgida entre el recién electo gobernador cordobés Juan Schiaretti, con Daniel Scioli. Signos de interrogación con tonada cordobesa… Por el lado de Macri, en su discurso post elección, lejos de bailes y globos, no sólo reivindicó a radicales, peronistas, liberales… y los llamó a sus filas, sino que se cuidó de “bien tratar” a sus socios radicales y lilistas. Si alguien dudaba de  que la alianza –por lo menos para las PASO nacionales- iba a ser perjudicial o beneficiosa para Macri, la respuesta la dieron los números: no es lo mismo 38,5% -por ahora, falta un 15% de votos de provincia de Buenos Aires para escrutar-, a 30, que a 24. Aclaramos los porcentajes que faltan, porque la brecha se puede ampliar. Pero Macri tiene socios radicales y dijimos que se cuidó de tratarlos bien, porque si antes se pudo dar el lujo casi de “ningunearlos”, diciendo de que no iba a cogobernar con ellos, hoy los necesita y mucho. Pero ¿se van a mantener con Macri? Cuesta ver a un radicalismo fracturado a tal punto, ya no sólo de desconocer quién o quiénes son los dueños de aquel 25% históricos que sabían conseguir hasta no hace muchas elecciones, sino incluso de los pocos votos que hoy en día tienen, juntando a los votantes de candidatos de origen radical. Un 6/7 % entre Sanz y Carrió y un 3,5% de Margarita y algunos otros pocos, que pudieran llegar a estar repartidos entre las otras alianzas. ¿Llegará Sanz a la Primera Vuelta dominando a su tropa, ó el radicalismo le reclamará que junte a todos los radicales, los que estén en el partido y los dispersos, dándole el voto a Margarita Stolbizer –hoy la única candidata de origen radical-, como forma de refundar al radicalismo? Si el radicalismo quiere sobrevivir, sería lo más coherente.

 

¿MACRI – MASSA?

                Es lo que algunos pretenden, para lograr que la oposición se alce con el triunfo. Los números darían, contando siempre conque los aliados de cada uno mantengan sus filas y por supuesto, si es que los votantes lo aceptan, ya que todas las alianzas entre políticos tienen que ser refrendadas justamente, por los votos. Desde ya contando con que el resto de los sufragantes, se unan al “todos contra Cristina”.  Parece difícil, “el que se quema con leche ve una vaca y llora” y la Alianza De la Rúa – Alvarez – sólo fue entre radicales y peronistas disidentes, a la postre-,  todavía está muy fresca. Aquí serían todos, o casi todo el arco opositor. Pero si a eso se llega, habría que ver si el peronismo no kirchnerista acepta entrar en la misma bolsa ó prefiere rescatar a un gobierno conducido por Scioli, volver a cantar la Marcha Peronista todos juntos y discutir más adelante por cargos y liderazgos, como en los viejos tiempos.

 

¿Y LOS NUMEROS MAGICOS?

 

                Así como está hoy, Scioli tiene los porcentajes 40 y 10, a la vista. Le estaría faltando muy poquito, digamos algún intendente más que se le sume y ni qué hablar si lo hace algún nuevo amigo gobernador. Macri en principio, no sólo tiene que retener a todos sus votantes pro genuinos, sino a cada uno de los votantes radicales. A partir de allí, salir a convencer al resto de que es la única oposición real al oficialismo. Massa, retener los votos de su alianza, esperar de que Sáenz y Carrió le pateen el tablero a Macri y así descontar los puntos que le lleva el ex presidente de Boca. Una cosa es partir de un 30 a 20 y otra de un 24 a 20.

 

MARÍA EUGENIA VIDAL

 

                Es quizás, la cara más esperanzada de la oposición, ya que vista por candidatos, ganó por 7/8 % de los votos a los kirchneristas Férnandez y Dominguez –en ese orden y bastante parejos- y a Solá por 10, en la carrera a la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Pero en alianzas, perdió por 11 puntos. Su apuesta, es captar los votos que deja Dominguez, para acortar la ventaja que le lleva el Jefe de Gabinete. Difícil, porque los votos son kirchneristas y una simple recomendación de Olivos, pondría las cosas en su lugar.

 

                Queda poco y a su vez mucho tiempo para la Primera Vuelta, para captar y no perder votos. Es como cuando se va a patear un penal, el arquero siente que se le agranda el arco, mientras que el que va a patear, lo ve cada vez más chiquito. Se podría decir que “las cartas están echadas”, pero también que algunos quieren “barajar y dar de nuevo”