Desaparecido en democracia

ENCRUCIJADA MACRISTA

                Salvo para los fervientes alabadores del presidente Macri, pocas dudas quedan de que su administración -y él en especial como cabeza de equipo-, está pasando por uno de los peores momentos de la gestión. La cada vez más segura desaparición forzosa de Santiago Maldonado desde hace ya un mes, pone al Presidente en la encrucijada de seguir manteniendo la postura oficial representada por la día tras día más cuestionada y menos útil ministra de Seguridad Patricia Bullrich y por supuesto, su continuidad al frente de su cargo. La postura oficial es la de negar la participación de la Gendarmería como responsable de dicha desaparición, desconocer que haya desaparecido, insistir conque está perdido y distraer con distintas versiones –algunas de ellas rayando con la inverosimilitud- y que van cayendo una a una como fruta madura.

 

                Santiago Maldonado puede ser muy, poco o nada grato para cada persona. Lo mismo la defensa de la causa, que estaba abrazando. Pero hay un punto innegable, que es justamente el primer caso de un presunto –y cada vez más seguro- caso de desaparición de una persona, tal como sucedió en tiempos que creíamos pasado y nunca olvidado. Pero estamos en serio riesgo de que dichos tiempos no estén “tan pasados” y se haya olvidado qué es y qué significa una desaparición forzada, por lo menos para algunas personas, como ser funcionarios, ultra oficialistas y periodistas y medios de prensa, que parecen obedecer al oficialismo, dicho esto con la mayor de las sutilezas, para evitar problemas legales. Ejemplo: Jorge Lanata, cuando dijo que hablar de desaparición forzada de Santiago Maldonado es de “muy mala leche” y que “suponiendo que a un gendarme se le fue, es un asesinato”. Por supuesto que si “se le fue” es un asesinato, pero si se le fue a un gendarme, es porque previamente lo habían detenido y si no se informó a la Justicia sobre esa detención y al no haber sido dejado en forma inmediata en libertad, la persona está detenida en forma ilegal, secuestrada, desaparecida y por ser según se desprende del ejemplo de Lanata responsabilidad de un estamento estatal, la desaparición pasa a ser forzada. No está de más recordar las palabras que dijo el genocida Videla al respecto de los desaparecidos, respondiendo a una pregunta de un periodista: "Le diré que frente al desaparecido en tanto éste como tal, es una incógnita, mientras sea desaparecido no puede tener tratamiento especial, porque no tiene entidad. No está muerto ni vivo...está desaparecido". Frente a la mala memoria que parecen tener algunos, no está mal recordarlo, aunque agrias y sínicas hayan sido sus palabras.

 

                No es el primer caso de un desaparecido en democracia, sí de una desaparición que todo hace ver, fue forzosa. Hubo otras personas desaparecidas, por causas diversas. Y de todos los peligros, el Estado que es responsable de la seguridad de las personas, nos debe defender. Entiéndase defender, no hacernos desaparecer.

 

                Otro tema que pegó fuerte en los últimos días, fue el evidente presunto fraude –se dice presunto, para no tener problemas legales- que se habría cometido –habría, ídem presunto- en las PASO, en la provincia de Buenos Aires, en perjuicio de la precandidata Cristina Fernández. Es más, hubo mesas en las que ni siquiera la votaron sus fiscales. Como todos pudimos ver, el gobierno que nacionalizó dichas elecciones en esta provincia, montó un show mediático a su estilo en el prime time televisivo, felicitándose entre ellos y llevando Bullrich –reaparecido para la ocasión- casi siete puntos de ventaja sobre Fernández. Eso sí, sin bailes ni pronunciando la palabra “ganamos”, pero sólo eso faltó. El recuento se detuvo cuando el oficialismo llevaba una ventaja de 0, 07%  y faltaban escrutar un 5% de las mesas habilitadas, que casualmente eran de los distritos que más favorecían a la Presidenta Mandato Concluido, forma ésta más correcto que decir ex. Llovieron las denuncias de personas que habían votado en las mesas cuestionadas y cuyos votos por ser 0 en las mismas, no contaban. También se denunciaron errores, por los cuales se sumaron al oficialismo votos de otros partidos. En sí, en las PASO, la candidata una vez más dada por muerta política hasta el primer semestre del año, le ganó por poco más de 20.000 votos a la dupla Vidal/ Macri –perdón, también Bullrich- en la provincia con mayor presupuesto de la Argentina y a la vez, la que recibe la mayor cantidad de dinero extra. A los muertos políticos, los resucitan sus rivales, a través de sus malas gestiones.

 

                ¿La situación del país? Más allá de las gravísimas presunciones de corrupción que este Gobierno carga sobre sus espaldas, la situación económica no mejora. Pero en lugar de ser quien estas líneas escribe quien haga un análisis, lo deja para que sean los propios lectores los que se refieran a ella, en cuando si es verdad o no la opinión que se acaba de verter. Para ello, basta con mirar el bolsillo propio y consultar a quienes nos rodean, saliendo de cualquier burbuja –oficialista u opositora según sea- y hacer una simple suma de a quienes les va mejor que hace dos años y a quienes peor. Y cada cual que saque sus propias conclusiones.